los cachorros, como mamíferos que son, se alimentan en exclusiva de leche. Si, por desgracia, carecen de madre, para alimentar cachorros recién nacidos debemos ofrecerles solo leche específicamente formulada para ellos durante, al menos, las tres primeras semanas de vida.

Esta época es de máximo crecimiento, por lo que es muy importante que las necesidades nutricionales se vean cubiertas, ya que deficiencias podrían causar alteraciones importantes como el raquitismo.

Aproximadamente a partir del año de vida, aunque hay variaciones en función de las razas, podemos considerar que el perro ha completado su desarrollo, por lo tanto la dieta debe centrarse en mantener sus condiciones corporales.

La alimentación de la perra embaraza o la alimentación de la perra lactante también debe adaptarse, pues en esta etapa la perra vuelve a sufrir un incremento en sus necesidades nutricionales debido al sobreesfuerzo que supone la crianza. Por eso, para evitar déficits que podrían resultar en patologías como la eclampsia, es necesario que sean alimentadas con menús para cachorros en crecimiento..